domingo, 8 de noviembre de 2009

Descubrimientos

Se giraron. Me miraron atentamente, estudiándome. Yo esperé de pie, vacilante. Ahora eran ellos los que dudaban. Algunos querían seguir con su camino, otros volver, no se decidían. Finalmente un grupo venció, se fueron acercando a mí, paso a paso, poco a poco. Mientras se acercaban fui notando diferencias entre ellos. Algunos tenían el pelo largo, otros corto, algunos no tenían. He mencionado que nunca había visto un niño, ¿cierto? Bueno, no había visto ningún niño hasta donde llegaba mi memoria, pero tampoco había visto ninguna niña. No sabía, llamadme inculta, que los niños se convertirían en adultos, no sabía que existían los niños y las niñas, es más, no sabía que yo era una niña. Jamás había visto mi imagen por lo que creía que era como las demás personas con las que había vivido, adultos. Creía que yo era, por eliminación, una mujer, una mujer baja, pero una mujer adulta.